Informe a la Sra. Presidente del Colegio de Nutricionistas de la Prov. Bs. As.
SAN CAYETANO DEL MAR
Fundación 16 de Octubre
Todo lo que damos… vuelve.
Mar del Plata, 17 de diciembre de 2017.
Sra.
Presidente del Colegio de Nutricionistas de la Prov. de Bs. As.
Lic. Dña. ELSA LONGO
S / D
Me dirijo a Usted, tal como lo hiciéramos en oportunidades anteriores,
con el objeto de informarle al respecto del cierre del ciclo de gestión 2017
que llevara a cabo nuestra Fundación, y la experiencia emergente del mismo.
Quiero
recordarle que, en general y por una opción particular, me refiero a mis
Colegas “en femenino”, como un homenaje permanente a las mujeres que “hicieron
la estructura actual” de nuestra ciencia, lo que no degrada en absoluto la
importante tarea que también hacemos los varones quienes, en definitiva,
estamos integrados a la matrícula de este Colegio que Usted preside, en un pie
de absoluta igualdad. También le informo que, ésta es una carta abierta, que en
otras ocasiones y tal como oportunamente le informara, llegaba a los gerentes
de las diferentes instancias y departamentos de esta Institución, y hoy alcanzará
a quien quiera leer estos conceptos, ya que nos parece que podrían ser de
utilidad para otros Colegios y organizaciones de Nutricionistas de nuestro país.
Este
año logramos interesantes avances relativos a la concreción de la Ley Federal de Educación Alimentaria y
Nutricional (educación alimentaria y nutricional desde nivel inicial a 5to
año de secundaria). No voy a desarrollar la importancia estratégica de esta ley
para los intereses de nuestra nación, porque entre Nutricionistas esto no es
necesario pero, sí le comento que no sólo entregamos (y modificamos cada vez
que fue necesario hacerlo), el texto inicial federal de la misma, sino que
también adaptamos a este para cada una de los estados provinciales argentinos,
y lo elevamos con copia informativa a cada Colegio y Asociación del territorio nacional.
Entonces
decimos que avanzamos pero… Señora Presidente, entendemos que lo hecho no
alcanza. Qué nos pasó? Que a lo largo del tiempo y en uso de nuestra
experiencia profesional, sin duda refinamos y ajustamos la calidad de la
gestión, pero NO ENCONTRAMOS LA
RESPUESTA que realmente buscábamos porque coyunturalmente, con un estado
nacional jaqueado por un mar de necesidades, insuficiencias económicas,
carencias en la experiencia de gestión en salud y dudas procedimentales sobre funcionarios
previos y actuales; el pedido SOBRADAMENTE
FUNDADO de las Nutricionistas argentinas, invariablemente pasaba a segundo
(o tercer) plano, dependiendo del funcionario que nos atendiese, su afinidad
con la alimentación, su experiencia previa, su formación académica, sus ganas
de hacer por la población de la república, y otras variables emergentes del
momento, el actor y la circunstancia. Incluso profesionales de la educación descreían
de la importancia de los argumentos expuestos al momento de incoar el
expediente, y profesionales médicos invocaban la importancia farmacológica por
sobre las cuestiones alimentarias, a la hora del mantenimiento del equilibrio homeostático
saludable y/o del paliativo o resolución de las patologías en general. Concretamente, el principal factor que nos
impide el avance es el desconocimiento de la importancia de la alimentación
adecuada y saludable, desde la información académica oportuna y
sistemáticamente vertida, en los primeros años de escuela.
Para
no extenderme y concretamente, en nuestra opinión fundada en la experiencia
previamente resumida, Señora Presidente, LA
NACION ARGENTINA NECESITA NUTRICIONISTAS EN LA GESTION PUBLICA Y POLITICA
de nuestros estados nacionales, provinciales y municipales. De esta forma,
me atrevo a garantizarle el necesario “cambio
de la matriz social” que invoca nuestro concepto de la IDENTIDAD ALIMENTARIA, reflejado en los considerandos del texto de
la ley anteriormente mencionada.
Es
fundamentalmente necesario, para poder abordar nuestros compromisos
profesionales, para servir pertinentemente a la nación que nos contiene y para
“desarrollar” como corresponde nuestra especialidad, que abordemos y
solucionemos la “mala educación en
nutrición” de nuestra población. No vayamos a constatar esto en los
sectores más carenciados, vamos a ver qué saben de Educación Alimentaria un
ingeniero (como nuestro Presidente, por ejemplo), un abogado (como nuestros
Jueces), un arquitecto, etc. Este es el
problema, Señora Presidente, que justamente los mencionados constituyen los más
altos niveles del poder político y, justamente ellos, no comprenden la
importancia vital de la alimentación, en el marco de la extensión de la
expectativa vital, con una “calidad de
vida” actual y real, en general paupérrima, con elevadísimos costos en
erogaciones usualmente, meramente paliativas por parte de nuestro Sistema
Universal de Salud. No alcanza con
mejorar los hábitos alimentarios a los 40 años (si bien nunca es tarde,
claro). La malnutrición, por defecto o por exceso, es un fenómeno multicausal
que no podremos abordar pertinentemente hasta no tener “interlocutores válidos”, y esto requiere de una “adecuada formación básica”, necesaria
para las personas de menores recursos y, como vemos, también para los más
encumbrados puestos de poder a nivel nacional.
Es importante que las autoridades
comprendan que, la necesaria alimentación humana, cuando es inconveniente,
despierta y/o acelera las potencialidades patológicas de la herencia genética,
lo que lastima severamente la estructura productiva de un país, al impedir el
trabajo de personas relativamente jóvenes, tal como actualmente valoramos el
término.
Destacamos
al respecto, la valentía de una de nuestras Maestras de Nutricionistas de la
Fundación, la Señora Lic. MONICA CORREA
(premio San Cayetano del Mar – Nutrición 2016), quien comprendiendo la
importancia de esta representación se lanzó a la arena política aún con mínimas
posibilidades. En este orden, una compañera de facultad, la Señora Lic. FLORENCIA ITURBE, es actualmente
Concejal de la ciudad de Maipú, en nuestra provincia. Al respecto, quiero
invitarla Señora Presidente, a observar el cambio que veremos en la Salud
Pública desde lo alimentario en esta ciudad. Digo esto en virtud de conocer a la
Señora Licenciada, su ética operativa y su capacidad de trabajo, siendo esto lo que entendemos como
necesario, a la luz de nuestra experiencia, para el país y para nuestra
especialidad.
La
Ley 24.012 de cupo femenino aumentó su presencia en cargos políticos al 30%. Actualmente
este cupo es ampliado al 50% por Diputados, con la aprobación previa de
Senadores en 2016, y está en desarrollo el acuerdo y la expresión final del
Proyecto de Ley correspondiente, de cara al ejercicio electoral 2019. Esta es una oportunidad que podemos
aprovechar. En realidad creemos, Señora Presidente, que “debemos” aprovechar esta nueva norma y
entonces, planteamos a continuación nuestra visión de cara a una estrategia
viable, que ayude a solucionar la problemática expresada.
1) Tal como hace
2 años expusimos ante todas y cada una de las universidades que dictan la
carrera en el territorio nacional, entregando a propósito el desarrollo
tentativo de la currícula, nos parece necesario que la materia “Comunicación en Nutrición” sea parte de
la formación de las nuevas Nutricionistas, en virtud de las características de
nuestra labor, considerando especialmente que, la estrategia alimentaria desarrollada
por la profesional pasa a manos del paciente quien, técnicamente, se “hace y administra su propio remedio”. Si
la profesional comunica mal, su trabajo carece del valor que debe tener, no hay
resultados positivos y la credibilidad de nuestra ciencia decrece. La falta del
“adecuado enfoque”, adaptado
especialmente al paciente en su rol de interlocutor, degrada las posibilidades
aplicativas de la estrategia diseñada, y nos aleja del éxito que el paciente
merece y que nuestras necesidades políticas requieren. En nuestra opinión, la
materia “CN” que proponemos, debe ser dictada por Nutricionistas idóneas, y no
por otro tipo de profesionales.
2) La necesidad
de fomentar el desarrollo de “Grupos de
Debate”, en cada comunidad de nuestro territorio, donde las Señoras
Nutricionistas expongan sus puntos de vista y busquen las soluciones más
adecuadas a la problemática alimentaria de los vecinos de sus localidades.
Estos grupos, como un brazo extendido de nuestro Colegio, puede proporcionar
documentos emergentes del propio debate, que ayuden a iluminar la problemática
de otras localidades, lo que dará la posibilidad de acceder a “nuevas ideas” que nos muestren otras
vías de solución.
3) Que debemos,
en el marco de las materias que las universidades consideren corresponder,
educar a las futuras Nutricionistas, en “documentación
gerencial básica”, porque actualmente y en general, no saben labrar un acta
y menos aún comprenden el alcance
fehaciente de la misma, cuyo acuerdo puntual, contractual o su capacidad de
certificación, puede marcar la diferencia entre un gerenciamiento eficiente y… otro dependiente de las circunstancias.
Nuestro Departamento Legal suele interceder ante problemas emergentes de “falta
de documentación” en la gestión profesional de nuestras colegas, que es un tema
ya mencionado ante Usted oportunamente. No
se trata sólo de enseñar a conocer las normas, sino a “elaborar” con
fundamento, nuevas normas adaptadas a sus servicios o al uso público.
4) Considerando
la presencia de los Grupos de Debate enunciados (no hay en la actualidad nada
de esto), decimos que: “_las habilidades
verbales se entrenan,” lo que facilitará la inclusión de las Señoras
Nutricionistas en la escena política donde decidan actuar, en función de las
nuevas posibilidades de acceso a los cupos mencionados.
5) Los mismos
grupos, permitirán la natural ubicación de las integrantes del equipo.
Es importante, Señora Presidente, que las
profesionales ocupen el lugar que “naturalmente
les corresponde”. No todas podrán acceder
directamente a la “política partidaria”, siendo fundamental que cada una
“ocupe el lugar” donde mejor pueda servir al resto. Claramente, no todas podrán
ser “presidentes”, y a la vez es necesario que algunas ocupen lugares de
logística, desarrollo de planes, mejoras de protocolos, marketing, prensa y
comunicación, etc. Recordará Usted que… hace unos años, le hablaba de la figura
del “mamarracho” en la gestión de la
cosa pública, y las consecuencias del caso oportunamente mencionado.
El
manejo y representación de “la cosa
pública” (los intereses de las profesionales de la nutrición), debe estar
en las manos más idóneas, no en aquellas que sólo pretenden figurar en una
nómina de autoridades y, porque en general nos conocemos todos, claramente
todos conocemos el alcance de sus capacidades a la luz de sus hechos previos. Es muy importante que seamos bien
representados, si queremos una especialidad pujante y desarrollada, y este
punto habla de la posibilidad de la “autoformación”
(mediante el debate de ideas), donde es posible observar la calidad productiva,
el apego al trabajo, la ética aplicada, el liderazgo y el alcance de las
expectativas de cada persona, para luego ser ubicada en el contexto de un
“equipo de trabajo”, avalado por el propio equipo.
6) Creemos que
los Colegios deben optimizar sus
operaciones, convocando a quienes consideren más idóneas (sin importar
donde vivan o de la universidad que provengan, sólo el talento manifiesto
debería primar en esto), de forma tal de permitir que las nuevas generaciones
se sumen al “proceso creativo” que
necesitamos imperiosamente, para emerger operativamente (tener más y mejor
trabajo, tener nuevos protocolos operativos, mejorar la comunicación
institucional, y lo más importante en una especialidad joven… establecer una mística institucional que
destaque a nuestras Maestras Fundadoras). Nadie está orgulloso de su
pertenencia, si no conoce y valora el esfuerzo de quienes “estuvieron antes”.
Esto hace nuestra Fundación y… funciona. Esto, Señora Presidente, necesitamos
en el complicado contexto previamente enunciado. Las empresas que no permiten a sus integrantes desarrollar sus
posibilidades naturales, pierden gran parte de su productividad, a la vez que
degradan el liderazgo de sus cuadros gerenciales, dilapidando importantes
oportunidades de negocio, porque “las bases” no informan/cooperan como
expresión de desprecio a quienes gobiernan.
7) Que las
Señoras Nutricionistas NO DEBEN DEJAR DE
SERLO, ni de acceder a sus prácticas profesionales habituales, simplemente,
es necesario que, aquellas que “tengan
vocación y talento para administrar la cosa pública” (conducir política y
estratégicamente), sepan que sus capacidades
gerenciales naturales son necesarias y bienvenidas a nuestra tarea diaria.
Nosotros sabemos por nuestros Cursos de Gestión, cómo
cambia la realidad personal y profesional de nuestras Colegas luego del paso
por nuestras aulas. Vemos, Señora Presidente, cómo se eleva la interrelación
comercial y la inserción de sus productos, lo que incrementa sus ingresos y sus
posibilidades operativas. En función de
nuestra experiencia, decimos que, creemos firmemente que éste es el camino de
crecimiento para nuestra especialidad.
Finalmente, aprovecho la posibilidad de reconocer
públicamente su gestión al frente de nuestro Colegio. Debemos decir que, aún en
el disenso (siempre respetuosamente planteado), Usted y su Comisión Directiva,
fueron receptivas y nunca obstaculizaron nuestra tarea, lo que nos permitió
avocarnos al desarrollo de nuevas ideas. Es muy difícil gerenciar un enorme
Colegio, en una gran Provincia, con una muy variada problemática, en momentos
de estrechez económica y productiva, lo que deriva en enormes carencias
operativas en general.
A las autoridades del Colegio, nuestro respetuoso
saludo con motivo de las próximas fiestas, y a Usted, nuestra Maestra, gracias
por sus libros, por su trabajo y por su ejemplo.
Nosotros,
estamos orgullosos de ser Nutricionistas.
Señora Presidente… que Dios la bendiga siempre.
Prof. Lic. Eduardo Castro
(MP: 1613)
Fundación San Cayetano del Mar
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